Tal como se señala en el punto anterior, la organización de los esclavos africanos, giró, alrededor de las cofradías, que eran hermandades reunidas alrededor de un santo. Hacia 1619 existían diecinueve de estas comunidades en Lima y la más conocida fue la que dió origen al Señor de los Milagros. Los nativos angoleños fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1650.
Cabe destacar que el nombre de Pachamamilla que recibe esta zona, se debe a que en dicho lugar mucho tiempo antes, los españoles, habían reubicado a muchos naturales de Pachacamac, gran centro ceremonial desde la era pre-inca, importante poblado y uno de los más representativos centros poblacionales, después del Cuzco imperial; estos nativos, muchos de los cuales fueron llevados para trabajar en huertas de Lima, venian con el recuerdo muy vivo de su huaca (Dios) principal, uno de cuyos principales poderes era protegerlos contra los terremotos. Con el transcurrir del tiempo, esta tradición se fue “cristianizando”, pero a su vez esta población poco a poco se fue diluyendo en la Costa.
Cabe destacar que el nombre de Pachamamilla que recibe esta zona, se debe a que en dicho lugar mucho tiempo antes, los españoles, habían reubicado a muchos naturales de Pachacamac, gran centro ceremonial desde la era pre-inca, importante poblado y uno de los más representativos centros poblacionales, después del Cuzco imperial; estos nativos, muchos de los cuales fueron llevados para trabajar en huertas de Lima, venian con el recuerdo muy vivo de su huaca (Dios) principal, uno de cuyos principales poderes era protegerlos contra los terremotos. Con el transcurrir del tiempo, esta tradición se fue “cristianizando”, pero a su vez esta población poco a poco se fue diluyendo en la Costa.
Los nativos angoleños, conformaban el grupo más numeroso en comparación con los otros grupos de esclavos, sin embargo y debido a que los consideraban como gente temerosa, faltos de coraje dubitativos, enfermizos y poco propensos a ser cristianizados, eran cotizados como esclavos de poco valor. Los angola, al estar ya establecidos e instalados en la zona de Pachacamilla, construyeron sus toscas cabañas o callejones divididos en habitaciones en donde moraban.
Posteriormente y debidamente ya organizados, se agremiaron y levantaron el local de su cofradía, precisamente en donde antes habían vivido los nativos de Pachacamac, lugar en donde se reunían para confraternizar conjuntamente con otros hermanos de raza y de color, vecinos del lugar, tales como los congos, mozanbiques, terranovos, mandingas, minnas, etc. Todos ellos igualmente estaban agremiados en cofradías bajo la adbocación de diversas imágenes y solian confraternizar comunitariamente en forma ejemplar.
Posteriormente y debidamente ya organizados, se agremiaron y levantaron el local de su cofradía, precisamente en donde antes habían vivido los nativos de Pachacamac, lugar en donde se reunían para confraternizar conjuntamente con otros hermanos de raza y de color, vecinos del lugar, tales como los congos, mozanbiques, terranovos, mandingas, minnas, etc. Todos ellos igualmente estaban agremiados en cofradías bajo la adbocación de diversas imágenes y solian confraternizar comunitariamente en forma ejemplar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios, Dios te bendiga.