A mediados del siglo XVI la ciudad de Lima, contaba ya con una población estimada en 25 mil habitantes, cantidad que se iba incrementando con la llegada de miles de inmigrantes provenientes de diferentes lugares, todos ellos atraídos por las noticias de alcanzar prosperidad y riqueza en esta capital. Este proceso, da origen a la aparición de los traficantes de esclavos, los cuales empezaron a traer una parte importante de este tipo de inmigrantes, provenientes principalmente de la costa atlántica de África Occidental, los cuales se clasificaban por castas tales como: los Congos, Minnas, Mandingas, Terranovos, Caravelíes, Mondongos, Mozambiques y Angolas. Cabe destacar, que los esclavos que llegaron al Perú no pertenecían a una sola etnia, como en Brasil, sino que eran comprados en mercados de Panamá y Cartagena.
Eran de grupos diversos (un artículo del "Mercurio Peruano" habla de terranovos, lucumés, mandingas, cambundas, carabelíes, cangaes, chalas, huarochiríes, congos y mirengas), hablaban lenguas diferentes y muchos habían nacido en América. Por eso se les daba una clasificación gruesa: bozales (los que venían de África) y ladinos (los que conocían el castellano).
La mayoría de los esclavos vivían dispersos en la ciudad, estaban ubicados en callejones cerca de las mansiones y casones de sus amos, aunque poco a poco fueron surgiendo barrios con una fuerte concentración negra, barrios eso si ubicados en zonas pobres y marginales al damero central de la ciudad. Según estudios de la época, estos eran lugares pobres, hacinados, insalubres y con la mayor concentración de callejones y viviendas de vecindad de toda la ciudad, la mayoría de las mismas no contaban con servicios de agua potable y desague, existiendo por tal razón una mayor mortalidad por tuberculosis, gripe y fiebre tifoidea.
Estas identidades barriales, sin embargo, estaban teñidas por condiciones de vida desfavorables que les daban la condición de pobres, pero también por contenidos culturales específicos que les proveían de una identidad local propia, que se reflejaban nitidamente a traves de sus constunbres, creencias y festejos.
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